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La muerte del estudiante de la UNSa sigue siendo una incertidumbre

Los papás de Lucas Salaberría le piden al fiscal Pablo Paz que defina la situación de la causa. Siguen denunciando irregularidades a casi un año de su muerte en Cachi.
Miércoles, 30 de agosto de 2017 00:00

Pasó poco menos de un año de la muerte de Lucas Salaberría y sus padres siguen con las mismas incertidumbres.

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Pasó poco menos de un año de la muerte de Lucas Salaberría y sus padres siguen con las mismas incertidumbres.

Se trata del joven estudiante de geología de la UNSa que falleció en la ladera del Nevado de Cachi el 13 de noviembre del año pasado.

Lucas tenía 26 años cuando estaba trabajando para la firma Cardero S.A., que es la empresa subsidiaria de Centenera Minig Corporation, de Canadá, con varias irregularidades que marcan sus padres.

"No vemos que haya algún avance en la causa ni en las investigaciones y en esto le pedimos concretamente a la Fiscalía de Grandes Atentados N§ 2, a cargo de Pablo Paz, que defina la situación y decrete la imputación contra los responsables de la muerte de Lucas", dijo su mamá, Norma.

Lucas había subido junto a su compañera de estudios Carla Andrea Martínez, cuatro baquianos y Jhon Huaman Canchanguía, un geólogo peruano que estaba a cargo de la expedición. Todos habían sido contratados por Cardero S.A.

El geólogo y el titular de la firma están indicados por los padres de Lucas como responsables de la muerte de su hijo porque fue contratado para realizar un trabajo de exploración minera en Palermo Oeste, en el proyecto denominado El Quemado.

"Yo solo le pido al fiscal que se expida para ver si se los imputa o no como los responsables de la muerte de mi hijo. Que nos diga si las pruebas que ya presentamos son suficientes o si hay que buscar en otro lado. Ya estamos casi en el primer aniversario de la muerte de Lucas y no se avanzó en nada. Es más, hay muchas zonas grises en la investigación", le dijo Norma a El Tribuno.

Las irregularidades son varias y los padres las enumeran en un escrito enviado al fiscal Paz en donde precisan que quieren constituirse como querellantes, anuncian el cambio de representante legal y exigen alguna definición en la imputación.

En el escrito exponen las opiniones de especialistas médicos en lo que denominan "Mal de altura". "Mi hijo presentaba todos los síntomas del mal de altura porque todos los que suben a montañas saben que el remedio más rápido es bajar. El jefe de la expedición, como geólogo acreditado, debió haber dado la orden de bajarlo", dijo Norma.

En las declaraciones que se tomaron luego, uno de los baquianos declaró que a Lucas ya lo había visto con estos síntomas el día 9 de noviembre. La expedición comenzó la trepada del 7 del mismo mes y Lucas falleció el 13; es decir que estuvo más de 4 días con los síntomas del mal de altura. Ahí es donde a los padres no les cierra. Si estaba enfermo, ¿por qué no lo bajaron?

La otra observación es que el fiscal no les tomó testimonio a todos los integrantes de la expedición. Falta el testimonio de un baquiano y los padres no se olvidan.

Sobre los responsables de la expedición también mostraron las irregularidades de la misma.

"No anunciaron nunca a las autoridades de Cachi de la expedición que realizaban. No llevaban tensiómetro digital, axiómetro de pulso, termómetro ni un tubo de oxígeno. Hay contradicciones en cuanto a la hora del fallecimiento. El geólogo y la compañera dicen al mediodía y los baquianos unas horas antes. Un baquiano dijo que a las 3 de la mañana del 12 lo vio a Lucas muy mal, ¿por qué no lo bajaron inmediatamente?", dijo la mujer angustiada.

La otra irregularidad en la actuación de todo el aparato estatal fue que el médico legal de Cafayate no le hizo la autopsia. El profesional se amparó en una decisión del padre que solo quería traer el cuerpo de su hijo a Salta. "El fiscal debería haber ordenado de oficio la autopsia, mi marido presentaba un estado en donde no podía decidir nada", dijo Norma.

"Yo tengo otros tres hijos. La tengo a Constanza, Melisa y Lautaro que está en el último año de geología. Yo no quiero que a mi hijo o al hijo de cualquiera le pase lo de Lucas. Es por eso que le pido a la Justicia que actúe", concluyó Norma.

Más irregularidades

No se hicieron estudios para determinar el estado de salud de los que se contrataron. En un primer momento salieron a circular versiones que decían que Lucas ya venía con problemas de salud y citaron un episodio en Bolivia por una descompostura de Lucas. Está certificado que fue un problema hepático y no de altura, ya que la madre presentó los estudios realizados en un centro salteño realizado a su regreso.

Lo que más inquieta a la madre es la inercia del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) en donde a la semana de la tragedia presentaron el teléfono celular y una computadora para su análisis. Hasta ahora no mostraron ningún resultado.

"Carla vino a verme y solo me trajo el celular. Me dio la clave para desactivarlo, ¿cómo ella sabía la clave? En su teléfono había más foto. Yo estoy segura de que borraron algunas. Seguro que pueden aportar algo. También le pedimos al CIF que analice los aparatos", dijo Norma.

Una opinión especializada
Ángel Torres es médico de montaña y trabajó en el Regimiento Nº 5 de Caballería Blindada, jefe de Sanidad desde 2010 hasta 2013. Es la palabra autorizada y se hace constar en el escrito.
El profesional define el mal de altura como “el conjunto de signos y síntomas que sufre una persona al comenzar el ascenso a una montaña o región por encima de los 2.500 metros de altitud sobre el nivel del mar, producto de la disminución en la concentración de oxígeno en la atmósfera, lo cual si no es detectado a tiempo, entre otros síntomas puede ocasionar alteración del sensorio por edema cerebral e indefectiblemente la muerte si no es descendido el mismo en forma urgente”. 
También manifiesta “la necesidad de programar el ascenso en forma paulatina, debiendo aclimatarse a medida que se asciende. Como mínimo de dos días cada 500 metros que se asciende, a partir de los 2.500 metros”. Y como elementos indispensables llevar tensiómetro digital, axiómetro de pulso, termómetro y un tubo de oxígeno. A Lucas solo le dieron un Tafirol.

 

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