Ella tiene 20 años, vive en Orán junto a su familia. Él tiene 30, también es de Orán, ingresó a Gendarmería Nacional hace algunos años y estaba asignado en un destacamento de la provincia de Santa Fe. Ambos se conocieron por internet, al tiempo se encontraron pero lo que podría haber sido el inicio de un romance ahora terminó en una denuncia penal por abuso sexual.
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Ella tiene 20 años, vive en Orán junto a su familia. Él tiene 30, también es de Orán, ingresó a Gendarmería Nacional hace algunos años y estaba asignado en un destacamento de la provincia de Santa Fe. Ambos se conocieron por internet, al tiempo se encontraron pero lo que podría haber sido el inicio de un romance ahora terminó en una denuncia penal por abuso sexual.
El caso ocurrió en la ciudad de Orán. Según la denuncia de la joven, ambos se conocieron el 10 de septiembre del año pasado a través de la red social Badoo, conocida por ser un lugar para contactarse con gente desconocida, en especial para encontrar parejas.
Al principio los contactos fueron a través de esta red, pero con el tiempo y el aumento de la confianza entre ambos hubo un día en el que intercambiaron sus teléfonos celulares. El contacto cotidiano pasó a ser, entonces, a través de WhatsApp.
Hace poco tiempo, él le contó que en septiembre de este año tomaría una licencia en Gendarmería y regresaría a Orán, donde vivía su familia, y que sería el momento ideal para conocerse personalmente. Ella aceptó la idea.
El 9 de septiembre, un día antes de cumplir un año desde que se habían conocido a través de Badoo, él fue a la casa de ella en vehículo. Luego del saludo inicial, charlaron unos minutos y salieron a pasear por las calles de Orán.
Después de un rato, ambos fueron a la casa de él, donde charlaron, pusieron música y cantaron con un karaoke, mientras consumían algunos tragos con alcohol.
Con el paso de las horas, ella se sintió cansada y, según declaró en la denuncia, le dijo si podía acostarse a descansar un rato. Él le respondió que no había ningún problema.
Apenas ella ingresó en el dormitorio y se acostó, quedó dormida, dijo.
La sorpresa ocurrió cerca de las 3 de la mañana cuando se despertó porque él estaba encima de ella, con los pantalones bajos.
En su denuncia, ella contó que gritó pidiéndole que la dejara, que se levantara. Luego gritó pidiendo ayuda. Él la habría agarrado fuertemente. Ella volvió a gritarle que se detenga, que la dejara, hasta que el gendarme se levantó y le pidió disculpas.
En medio de la situación, ella le pidió que la llevara a su casa. En el camino se detuvieron en una agencia de remises, donde ella se bajó. Allí llamó a un amigo que la buscara. Luego hizo una denuncia y él fue detenido por la Policía.