La Justicia dictó ayer el sobreseimiento a cuatro policías imputados por vejaciones agravadas por el uso de la violencia a partir de la denuncia de un joven de 18 años. Sin embargo, durante las audiencias de debate no se pudieron probar los hechos, lo que obligó al fiscal Gustavo Vilar Rey a desestimar la acusación.
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La Justicia dictó ayer el sobreseimiento a cuatro policías imputados por vejaciones agravadas por el uso de la violencia a partir de la denuncia de un joven de 18 años. Sin embargo, durante las audiencias de debate no se pudieron probar los hechos, lo que obligó al fiscal Gustavo Vilar Rey a desestimar la acusación.
Por esta situación, la jueza Ada Zunino resolvió liberar de culpas y cargos a los efectivos y girar las actuaciones al fiscal penal en turno para que investigue la supuesta comisión de los delitos de falsa denuncia y falso testimonio.
Este caso llegó a juicio por un incidente ocurrido en agosto de 2016 en Villa Juanita. Los policías Víctor Osvado Ríos, Rafael José Guaymás, Eduardo Elio Díaz y Lisandro René Martínez, integrantes de una patrulla del 911, arribaron en horas de la noche a una vivienda donde se había generado una trifulca entre personas de ambos sexo que estaban ingiriendo bebidas alcohólicas. Los moradores se resistieron al procedimiento y decidieron hacer frente a los uniformados, a quienes atacaron con piedras y palos. El incidente concluyó con la detención de uno de los implicados en el hecho. Se trataba de Migue Agustín Rioja.
Rioja reveló a los medios que había sido víctima de una brutal golpiza por parte de los policía, a quienes denunció que lo detuvieron cuando caminaba con dos amigas y que "lo molieron a golpes". Sin embargo, en el juicio se probó que Rioja participó de los incidentes en la vivienda donde se generó la trifulca. Dos testigos confirmaron que el joven agredió con un palo a uno de los policías. Respecto a las lesiones que presentaba en el rostro, el forense del CIF Daniel Chirefe declaró que varios de los golpes databan de días anteriores al incidente y descartó que Rioja haya sido "picaneado", como había expuesto en su denuncia.
Al declarar ante el tribunal, el denunciante incurrió en marcadas contradicciones. Tampoco pudo reconocer a los policías que, según él, lo sometieron a apremios. Las hermanas de Rioja tampoco pudieron sostener las acusaciones contra los policías al reconocer que no estuvieron presente en el momento de los hechos. Fue así que ante la carencia de pruebas, el fiscal Vilar Rey resolvió desestimar la acusación sobre los acusados. Frente a esta situación, la jueza Zunino dictó el sobreseimiento de los policías y dio intervención al fiscal en turno para que investigue a Rioja y a otros testigos por falsa denuncia.
"Los hechos confirmaron que Rioja incurrió en el delito de falsa denuncia y con ello provocó un perjuicio y un daño a los policías y al propio Estado", expresó Pablo Vilte, quien ejerció la defensa de los efectivos junto a su par Fernando Domingo Torres. "Vamos a esperar la regulación de los honorarios, pero al mismo tiempo remitiremos la actuaciones a la Fiscalía de Estado", señaló Vilte. "Creemos que en este caso el Estado debe tomar cartas en el asunto, porque con su actitud esta persona (por Rioja) ha generado todo un proceso, una serie de gastos al erario público por haber inventado algo que en los hechos no ocurrió", dijo. Y agregó: "El Estado debe exigir una reparación para que estas cosas no vuelvan a ocurrir".