"La situación de los pequeños productores ganaderos del Chaco salteño es desesperante", dijo el referente del Frente Nacional Campesino (FNC), Benigno López.
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"La situación de los pequeños productores ganaderos del Chaco salteño es desesperante", dijo el referente del Frente Nacional Campesino (FNC), Benigno López.
El referente explicó que los pequeños ganaderos aún tienen agua de los pozos someros y de las represas que están casi secas, pero que el problema más grave es por la falta de alimentos. "El grave problema es que ya no queda forraje. Los animales se nos están muriendo de hambre y no los podemos vender porque no nos da el peso. Los pequeños campesinos no pueden comprar el forraje por los altos costos y por el flete que eleva el precio a una fortuna que no tenemos. Necesitamos urgente la intervención de Estado provincial. Queremos que venga a ver cómo estamos el secretario de Ganadería, Ignacio Chavarría. Que el gobernador (Gustavo) Sáenz sepa lo mal que la estamos pasando", dijo López.
Para tener dimensión del problema, en Santa Victoria Este, en la ruta nacional 81 y en Rivadavia Banda Sur, son al menos unas 500 familias las que están aglutinadas en el FNC, pero son muchas más las que están en situación de emergencia.
"Un rollo de forraje nos cuesta 2500 pesos y no dura nada; eso sin contar el flete. Nosotros calculamos que el 90 por ciento de los pequeños ganaderos de la provincia están en situación desesperante por la sequía. Nosotros pedimos la intervención del Estado provincial porque queremos salvar nuestra cabras, nuestros chanchos y vacas que son el sustento de las familias", concluyó Benigno López.
En todo el Gran Chaco Americano
A nivel de la región, el impacto de sequía e incendios en las economías de los pobladores, López estimó que unas 12 mil familias que integran organizaciones de base están "desesperados por la situación de emergencia y desastre agropecuario. Hay mortandad en la ganadería campesina porque el agua es muy escasa y forraje casi no queda, mueren animales menores y mayores, los pastizales están desapareciendo por heladas, sequía y fuego".
"La mortandad en ganadería menor está en alrededor del 60% y en ganadería mayor en un 30%, las perdidas tienden a empeorar en las zonas donde no llueve y no hay forraje, mientras donde caiga lluvia se moderará. Con apoyo del Estado la recuperación llevará años, pero sin políticas públicas adecuadas muchos establecimientos desaparecerán como tal", precisó el referente.