El pan de Navidad en licuadora es una receta fácil y rápida que puedes probar. Una receta básica para hacer pan de Navidad pero en licuadora, no varía mucho de la tradicional. Solo hay un detalle, en esta preparación que se vuelve única para fin de año y que deleita desde hace varias décadas. ¿Probamos?
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El pan de Navidad en licuadora es una receta fácil y rápida que puedes probar. Una receta básica para hacer pan de Navidad pero en licuadora, no varía mucho de la tradicional. Solo hay un detalle, en esta preparación que se vuelve única para fin de año y que deleita desde hace varias décadas. ¿Probamos?
Ingredientes para el pan de Navidad en licuadora:
- 1 taza de frutas secas (pasas, dátiles, peras, orejones)
- 1 taza de nueces o almendras
- 1 taza de azúcar
- 1 taza de leche
- 1/2 taza de manteca derretida
- 2 huevos
- 2 tazas de harina de trigo
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 1/2 cucharadita de nuez moscada
- 1/2 cucharadita de sal
Preparación del pan de Navidad:
Precalienta el horno a 180°C (350°F).
En la licuadora, agrega las frutas secas y las nueces. Pulsa la licuadora unas veces para picar finamente las frutas y las nueces.
Agrega el azúcar, la leche, la mantequilla derretida y los huevos a la licuadora. Mezcla hasta que todos los ingredientes estén bien combinados.
En un tazón aparte, tamiza la harina de trigo, la levadura en polvo, la canela, la nuez moscada y la sal.
Agrega los ingredientes secos a la licuadora y mezcla hasta obtener una masa homogénea.
Vierte la masa en un molde para pan engrasado y enharinado.
Hornea en el horno precalentado durante aproximadamente 45-50 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
Retira el pan del horno y deja enfriar en el molde durante unos 10 minutos antes de transferirlo a una rejilla para que se enfríe por completo.
El detalle a tener en cuenta, y que es el secreto de esta receta, está en la levadura. En esta preparación, la levadura es en polvo, y no fresca. A no olvidarse.
La historia del pan de Navidad
El pan dulce o pan de Navidad tiene varias versiones. Unas más románticas otras que son casi una leyenda. Pero, para entender sus sabores, también hay que entender sus orígenes. El pan dulce tiene una larga historia. Se ha consumido en distintas épocas y con distintos ingredientes. Con o sin frutas, con especias, y hasta con dulce de leche y chocolate.
Muchos de los platos consumidos en Argentina fueron traídos por los inmigrantes europeos. Pero ¿de dónde proviene el pan dulce?
La más antigua de las historias cuenta que el pan dulce lo inventaron por los primeros cristianos, que lo preparaban en recuerdo al nacimiento del niño Jesús ya que el nombre de la ciudad de Belén, donde nació, significa “casa de pan”.
Otra de ellas cuenta que allá por el año 1494, en vísperas de la Nochebuena, al cocinero del Duque de Milán se le quemó un postre. Para reemplazarlo rápidamente, preparó una mezcla de pan, azúcar, pasas de uva y manteca.
Una historia más romántica se ubica en Milán en la época del Renacimiento y cuenta que un joven de noble familia, llamado Ughetto degli Atellani, se enamoró de Adalgisa, una panadera y, para conquistarla, se hizo pasar por su aprendiz e inventó este pan para obsequiarle. Con el objetivo de ayudarla, propuso agregar manteca al pan. La idea gustó a los clientes y luego probaron adicionándole azúcar, pasas y cortezas de naranja y limón. El dueño de la panadería y padre de la muchacha se llamaba Toni y de ahí surgió el nombre “Panetonne”, que significa “pan de Toni”. La panadería y el pan se hicieron tan famosos como el mito.
Pantonne, pan dulce, pan de Navidad... el nombre puede variar, los ingredientes, pero la emoción de hacerlo y compartirlo en la mesa de fin de año, es un regalo a los sentidos y las emociones.