La tarea estuvo a cargo del Ing. Hugo Yanse y del técnico Javier Ortega, del programa ProHuerta; y del veterinario Hugo Correa, de la Municipalidad local. Contó, además, con la colaboración de personal del área de Acción Social de la comuna.
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La tarea estuvo a cargo del Ing. Hugo Yanse y del técnico Javier Ortega, del programa ProHuerta; y del veterinario Hugo Correa, de la Municipalidad local. Contó, además, con la colaboración de personal del área de Acción Social de la comuna.
La convocatoria superó las expectativas y más de un centenar de familias se acercaron al salón del complejo deportivo municipal, para sumarse a las actividades.
“El objetivo es promover el desarrollo de actividades propias de granja, como la cría de aves por parte de las familias. En primer lugar apunta a la producción para autoconsumo”, explicó Yanse.
En la oportunidad, se abordaron aspectos relacionados a los primeros días de vida de los pollitos, cuidado, alimentación, factores de riesgo, controles, armado de gallineros, crecimiento, seguimiento, importancia de las vacunas y postura.
Hay que tener en cuenta que la avicultura de pequeña escala es una actividad productiva considerada básica para garantizar la seguridad alimentaria, de importancia para la población rural para autoconsumo y en ocasiones para la venta del excedente.
Tras el ciclo de charlas se entregaron entre los presentes 500 pollitos de un día de vida. Se trata de ponedoras cuya genética fueron desarrolladas por la Estación Experimental Agropecuaria Pergamino del INTA, Buenos Aires.
Huevos frescos y de calidad
Los huevos de gallina son ricos en proteínas y aportan múltiples beneficios a la alimentación. Se ha demostrado que los huevos caseros son ligeramente mejores que las alternativas comerciales. La cría en este tipo de entornos también tiene un impacto importante en la economía familiar.
Los pollitos de genética Negra y Rubia INTA son de probada calidad. Durante el curso, también se realizó la entrega de manuales de avicultura, con el paso a paso de todos los ciclos de crianza.
Vida sostenible
Otro de los beneficios que aporta la cría de gallinas en entornos familiares es que abre una puerta a una vida sostenible, ya que se convierte en una fuente de alimentación y de abono para mejorar las huertas caseras. A todas luces fomenta un comportamiento positivo y amigable con la naturaleza.