Todo fue como tirar una botella al mar con una nota. Un mensaje de humanidad, con mucho de nuestra identidad salteña, de un niño con ponchito que tiene toda su inocencia y su amor por esta Tierra y por su gente. Este suelo es católico por tradición y es por eso que Luis Alejandro Gorosito, el "papá" de Uluncha, tuvo la oportunidad de enviarle regalos al Papa Francisco.
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Todo fue como tirar una botella al mar con una nota. Un mensaje de humanidad, con mucho de nuestra identidad salteña, de un niño con ponchito que tiene toda su inocencia y su amor por esta Tierra y por su gente. Este suelo es católico por tradición y es por eso que Luis Alejandro Gorosito, el "papá" de Uluncha, tuvo la oportunidad de enviarle regalos al Papa Francisco.
Sí, una caja con viñetas, revistas, un mate con su termo, y el muñeco de Uluncha, ese niño salteño con poncho y sombrero que el pasado 13 de febrero cumplió 46 años y que ya es patrimonio gráfico de todos los salteños.
La historia sobre cómo llega el Uluncha al Vaticano es apasionante, es un hilo que se comienza a tirar y nunca sabe hasta dónde llegará; es como un cuento con final abierto.
Gorosito habla de Uluncha como si hablara de su hijo. En su casa recibió a El Tribuno y le contó cómo fue que realizó ese camino desde Salta hasta la Santa Sede.
"Yo estaba en una exposición con Uluncha y con todos los personajes de los dibujantes del El Tribuno, en la Usina Cultural. Paralelo a este encuentro de colegas había en una sala del mismo centro cultural una convención referida al trabajo en la que estaba el personaje central de esta historia: Raúl Ovejero. Se trata de un juez de Buenos Aires muy vinculado al Arzobispado de esa ciudad. El hombre conoció a Uluncha y se encariño- Luego entró en contacto conmigo y un día vino a mi casa y comimos empanadas; ahí nació la idea de llevar a Uluncha al Vaticano", contó Gorosito.
Uluncha nació en 1978, con la idea de crear un personaje del norte, con su vestimenta típica: poncho, botas y sombrero.
Cuenta el caricaturista que, en ese encuentro, Ovejero le dijo que es amigo del Papa Francisco y le pidió que le haga unas tiras de Uluncha para el Sumo Pontífice. Gorosito no lo podía creer.
Humanidad
"Lo primero que pensé es en mandar un mensaje de humanidad, un mensaje de comunidad desde el punto de vista de los salteños, porque Ulunchita es un nene sano, inocente que también quiere y busca la paz en el mundo. Así fue que preparé varias tiras y completé la encomienda con la revista que se hizo por el cumpleaños 45, un termo y un mate labrado del Salta para al Papa, más un muñequito del Uluncha. Todo eso puse en una caja y se lo mandé a Raúl, quien ya me confirmó que Francisco recibió todo", dijo Gorosito, emocionado como un niño.
Gorosito confirmó que esa caja ya está en manos del Papa y que espera alguna respuesta. Pero eso no es todo.
Las tiras plantean un diálogo diario de Uluncha con el Papa Francisco. De algún modo, el Santo Padre reemplaza la figura de la Abuela y se entabla un diálogo afectuoso con temas que rondan el amor, la humanidad, el cuidado del ambiente. la humildad, el trabajo, los estudios y el amor a la familia. Siempre el mensaje tiene caracter universal, pero desde un punto de vista bien salteño.
"Raúl me confirmó que Francisco recibió la caja que le armé. Estoy muy emocionado porque siento que está Salta representada en el Uluncha, que al fin es parte de lo que somos como salteños. Me pidieron una carta de presentación y se la envié. De paso aproveché para invitar al Papa a nuestra provincia, y le recordé la visita que realizó Juan Pablo II cuando don Roberto Romero fue gobernador. Le dije que queremos que Francisco también venga a visitarnos porque tenemos un Tierra de fe que es reconocida en el mundo entero", dijo Gorosito emocionado.
Sobre esa botella, con ese mensaje, en ese mar inmenso de la distancia, Gorosito espera ilusionado abrazando a su changuito con poncho, botas y sombrero. Espera que esa sea la mayor travesura en estos 46 años de aventuras.
Su historia
La tira comenzó a publicarse en el diario El Tribuno en febrero de 1978. La reacción del público fue tan positiva que no solo siguió adelante, sino que en 1980 se incorporó al suplemento El Tribunito.
Uluncha, acompañado por Cholita, la abuela, Florencio y la maestra, entre otros, refleja la esencia del niño norteño, su inocencia y esa capacidad de "recolectar" penitencias en la escuela y retos de la abuela para matizarlos con graciosas reflexiones.
Uluncha nació con la idea de crear un personaje del norte, con su vestimenta típica: poncho, botas y sombrero. La trama es simple. El Uluncha en sus andanzas convivió siempre con su abuela Clemira, quien además de criarlo lo educó con las costumbres campestres. Su amiga Cholita fue inseparable. También lo tiene a Florencio, como el tío lento de reacción, y un amigo duende que se llama "Duendín" y Pezuña, el caballo alado con su guardamontes que le permite volar. Además está la señorita Mirta, quien lo bautizó, y la pesadilla que es el terrible Ucumar.