El arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, durante la homilía en el Domingo de Resurrección habló de los extremos pensamientos políticos y dijo que tanto las derechas liberales como la izquierda "fueron muy duras con la Iglesia", y detalló que "hay intentos políticos por unir al continente y no se logra, pero la Iglesia sí".
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El arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, durante la homilía en el Domingo de Resurrección habló de los extremos pensamientos políticos y dijo que tanto las derechas liberales como la izquierda "fueron muy duras con la Iglesia", y detalló que "hay intentos políticos por unir al continente y no se logra, pero la Iglesia sí".
En la Catedral salteña, Carngello recordó al físico y matemático francés Blaise Pascal y dijo que fue "muy buen cristiano y es quien escribe que el hombre trasciende al hombre, infinitamente. El problema es que los deseos profundos de nuestro corazón son menos que Dios y convierten en Dioses a quienes no son. Con la vanidad y la búsqueda del éxito personal es cuando bajás la vara y perdés el sentido de la trascendencia".
El arzobispo recordó que "muchas veces se ha acusado a la Iglesia de ser frustrante en lo que hace al progreso de la humanidad y a la justicia y desarrollo de los pueblos", y no distinguió colores ni pensamientos políticos.
"Las derechas liberales fueron muy duras a la hora de acusar a la Iglesia de frenar el progreso y no es asÍ. Hay pueblos católicos que son bien desarrollados pero con un sano sentido de la solidaridad y del compartir. Otras, por ejemplo, cuando se celebraron en 1892, los 400 años del descubrimiento de América, predominaba el pensamiento liberal y entonces la Iglesia católica era la causa del subdesarrollo. En 1992, cuando predominaba una cultura más de izquierda, la Iglesia era la causa de la opresión y no es verdad ni uno ni otro", comentó.
Cargnello recordó que los marxistas "reconocen que la Iglesia es la gran defensora de los que más necesitan".
"Antes en la indepencia de América Latina, por ejemplo Simón Bolívar era católico, pero tenía un pensamiento libertario, hablaba mal de la Iglesia en privado. Aunque ya maduro y tras haber conseguido la libertad hasta la zona de Bolivia viniendo desde Colombia, vio que se habia producido una anarquía y entonces decide recurrir a la Iglesia. Descubre que los religiosos educaban a los pobres, a la gente más sencilla, a los aborígenes".
Luego volvió a dar ejemplos y sostuvo que en la política "hoy hay intentos por unir al continente y no se logra, pero la Iglesia sí. hablamos un lenguaje común, tenemos las mismas preocupaciones. la Iglesia nace desde dentro del sepulcro que te da una mirada sabia".
"Muchas veces creemos que ser cristianos es para amargarse, preferimos ignorar, pero al comienzo o al final el vacío se nota y buscamos la fe y ahí está el Señor para decirnos que no teman. Pascua es volver a empezar, para que resucites".