Bernardita Ponce Mora
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Bernardita Ponce Mora
Gustavo Gonza, de 42 años, tuvo poliomelitis a los ocho meses, lo que le dejó una discapacidad motriz como secuela. Sobre su silla de ruedas, su mayor lucha es simbólica y política porque quiere que la sociedad incluya y no discrimine a quienes están en su misma condición y que el Estado garantice lo necesario para que se desplacen por las veredas y en transporte público sin barreras físicas.
Es larga la pelea pero el no se calla. Todos los sábados, de 15 a 17, por FM 89.3, toma el micrófono para decir al aire las cosas que aún faltan en materia de accesibilidad en Salta. Su operador, Hugo Tarifa, que también tiene una discapacidad, se une al reclamo desde el otro lado del vidrio.
En su programa, Jaque Mate, Gustavo hace un resumen de noticias de interés general con entrevistas, invitados, regalos y música, siempre tratando de cubrir las expectativas de los oyentes.
“Trato de mostrar el vaso medio lleno. Resalto lo que está bien hecho y denuncio lo que no se cumple sobre movilidad y accesibilidad”, dijo. El programa comenzó a transmitirse el 20 de junio de 2015 y, desde entonces, ha tenido continuidad. “La idea es llevar un buen producto a los seguidores y seguir creciendo” aseguró.
“Al tener el privilegio de trabajar en los medios, hago llegar a los funcionarios las inquietudes y necesidades de las personas que deben gestionar una prótesis o elemento para mejorar su calidad de vida”, comentó.
Gustavo se formó como locutor en el Instituto de Locución y Periodismo Radio Escuela. Años más tarde se anotó para hacer el profesorado de Inglés en el Liceo Cultural Docente y le quedan tres materias por rendir.
Da clases particulares de inglés en su domicilio y en la Biblioteca Provincial para generar un ingreso extra. “Me gusta incursionar en el mundo de la docencia, que es muy especial, mágico, en el que puedo transmitir conocimientos”, relató.
“Es una condición”
En diálogo con El Tribuno, Gustavo aclaró que la discapacidad no es una enfermedad sino una condición. “Hay diferentes condiciones. En mi caso es motriz”. “Pienso que no se aprovecha el potencial de las personas que tenemos movilidad reducida o alguna condición física”, declaró.
Para quienes están en su misma situación dejó un mensaje: “No bajen los brazos, persigan objetivos. La vida tiene un color y un gusto más especial cuando hay sueños por alcanzar. Más allá de los matices que se presenten en este lindo transitar, la vida es una sola y es tan corta...”.
“A los políticos, les pido que se comprometan en serio y que no sea solo un rótulo de campaña. Hasta el próximo 22 de octubre, día de las elecciones, vamos a escuchar diferentes mensajes: algunos serán mentira y otros, verdad. Es muy importante que ellos tomen conciencia sobre este tema y se pongan un minuto en el lugar del otro”, expresó.
En 2014, Gustavo Gonza hizo una travesía junto a amigos y sobrinos. Salieron el primer domingo de agosto y llegaron, dos días después, a una escuela de El Carmen, Jujuy, por la ruta 9.
“Llevamos un mensaje de no a la discriminación, al acoso escolar y al acoso sexual de menores. Tantas situaciones que son difíciles de manejar, sobre todo cuando se transita la niñez y la adolescencia”, explicó Gustavo, quien iba en silla de ruedas, mientras sus compañeros caminaban y lo empujaban.
En 2015, repitieron la hazaña hasta una escuela de Campo Quijano. En 2016 no hicieron la caminata porque uno de los integrantes se había lesionado la rodilla. Este año, como la fecha era unos días antes de las elecciones primarias del 13 de agosto, no consiguieron dónde dormir. “Dependiendo del tiempo que nos demande la travesía, necesitamos un albergue para descansar”, contó.
Gustavo cursó el segundo y tercer año de la escuela primaria en el viejo Hospital de Niños de la avenida Sarmiento, por lo que su lazo con este centro sanitario es muy especial y colabora con el hoy Hospital Público Materno Infantil. Quienes quieran sumarse pueden brindar pañales, globos y libros de cuentos. Su número de teléfono es 0387-154428936.
“Salta, tan linda como inaccesible”
Qué cosas faltan en la ciudad para incluir a personas con movilidad reducida.
En relación con las barreras que tiene Salta para las personas con movilidad reducida, Gustavo Gonza opinó: “Lo edilicio está complicado, hay mucho por hacer. No se trabaja como se debería. Salta, lo que tiene de linda lo tiene de inaccesible. Se complica no solo para quienes tenemos discapacidad, sino también para los adultos mayores o para quienes llevan a su niño en un cochecito”.
Con respecto a los baños para personas con discapacidad, señaló: “Esa es otra lucha. El Colegio de Arquitectos imprimió un manual de accesibilidad para que las nuevas obras contemplaran esta situación pero yo creo que va a ser muy difícil que se aplique porque esto genera un gasto extra”.
Gustavo Gonza lamentó que muchos locales tuvieran un acceso complicado a los baños y que algunos, incluso, no contaran con habilitaciones.
“El transporte público es otro tema. Hice notas a las empresas de colectivos porque existen corredores con rampas pero la mayoría de estas no funciona”. Gustavo, por otra parte, destacó la amabilidad de Franco Dávalos, un chofer del corredor 1C que ayuda a las personas que necesitan abordar el colectivo.
“Suelo moverme en el corredor 1C, que tiene parada en la esquina de mi casa. Cuando tengo la suerte de que el colectivo tenga rampa, este caballero se baja, me ayuda y me ubica. Por un instante el se puso en mi lugar. Es una acción digna de destacar”, manifestó. Cuando Gustavo le preguntó a Franco por qué lo hacía, su respuesta fue: “La sociedad podrá mejorar el día que nos pongamos en el lugar del prójimo”.