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Cargnello llamó a vivir en "comunión con los enfermos y pobres"

El arzobispo de Salta hizo un llamado para poner la atención en Semana Santa en "los que más sufren".
Lunes, 03 de abril de 2023 01:26

La Iglesia Católica conmemoró ayer el Domingo de Ramos, que recuerda la entrada de Jesucristo a Jerusalén, con pedidos por la paz y la patria. Cientos de fieles acudieron con sus ramos de olivo para participar, en principio de una peregrinación que partió desde la capilla del colegio de Jesús hacia la Catedral basílica, donde se celebró la misa.

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La Iglesia Católica conmemoró ayer el Domingo de Ramos, que recuerda la entrada de Jesucristo a Jerusalén, con pedidos por la paz y la patria. Cientos de fieles acudieron con sus ramos de olivo para participar, en principio de una peregrinación que partió desde la capilla del colegio de Jesús hacia la Catedral basílica, donde se celebró la misa.

"La humanidad necesita que los cristianos nos pongamos en serio delante de Jesús para poder dar el testimonio de una vida nueva que brota de la Pascua que hemos de celebrar el próximo domingo, ese es el mejor regalo que uno puede hacer", expresó el arzobispo Mario Cargnello durante la homilía.

En medio de un clima de reflexión profunda sostuvo que la Semana Santa es una invitación muy seria que hace la Iglesia, la familia de Jesús. "Para que cada uno de nosotros nos pongamos delante de Jesús y vivamos la experiencia de la vida humana y nos preguntemos quién soy, delante de Dios", manifestó.

Ante los feligreses que llevaban los ramos en sus manos, el arzobispo agregó: "Estamos llamados a mirarnos en el espejo interior y aceptar nuestras debilidades y miserias. Tendemos a acusar a otros justificarnos y no querer cambiar".

Además llamó a "hacer el bien al prójimo" y a "vivir la Semana Santa, desde el corazón y en comunión con los hermanos que más sufren, los enfermos, los ancianos, los pobres y los que no tienen esperanza. Que el corazón se agrande contemplando a Jesús", finalizó.

Testimonios

Las familias llegaron al templo con pedidos por la paz en el mundo y por una mejora en la situación social y económica que atraviesa el país.

Ana Estopiñán, de 85 años y quien reside en Villa Mitre, contó a El Tribuno que para ella el ramo bendecido es sagrado. 'Vengo todos los años a bendecir mi ramo y lo pongo atrás de la puerta de mi casa. Me protege a mí y a mi familia. Nunca me pasó nada. La fe mueve montañas', expresó.

Y añadió "vengo a pedir por la paz del mundo, por la salud de toda mi familia y la mía. Tengo 85 años y todavía puedo caminar, ver, hacer cosas, por eso le doy miles de gracias al Señor Jesús y a la Virgen".

En tanto, Rubén Chaile, de 74 años y quien vive en Villa María Ester, contó que desde que era niño sus padres le inculcaron la fe en Dios ya que eran muy devotos. "Sembraron en nosotros esa fe y a medida que pasan los años uno la necesita cada vez más", dijo.

"En este momento tan complicado es importante pedir por la paz del mundo, para que se acaben las guerras que diezman los países y causan daño. También pido por nuestra patria que necesita levantarse con trabajo y progreso. Ojalá algún día Dios nos conceda el país que necesitamos", sostuvo.

Ana Carrizo, una joven de 26 años, contó que todos los años concurre a la misa del Domingo de Ramos. "Estuvo muy linda la misa. Me entusiasma siempre venir en esta fecha. Pido por mi familia y para que nunca me falte el trabajo", dijo.

Rosa Vera, de 84 años, expresó que concurre para pedir por su salud y la de sus hijos. "Sin salud uno no puede hacer nada. Es lo primordial. Dios siempre me escuchó", expresó.

Por su parte, Marcelo Toro, de 63 años, manifestó: "Le pido al señor que siempre tengamos todo para seguir adelante, que no nos falte nada. Todos estamos sufriendo por la crisis económica, la plata no alcanza, hay gente que sufre hambre pero no hay que perder la esperanza".

Procesión, cánticos y alabanzas

Pasadas las 10, ayer, el arzobispo Mario Cargnello encabezó una procesión desde la capilla del Colegio de Jesús hasta la Catedral basílica.

Con cánticos, alabanzas y sus ramos en mano, los fieles emocionados recorrieron la avenida Belgrano hacia el templo.

"Después de haber preparado nuestros corazones desde el comienzo de la Cuaresma por medio de la penitencia, la oración y las obras de caridad hoy nos congregamos para iniciar con toda la iglesia la celebración del misterio pascual del señor", dijo el arzobispo.

"Jesús ingresó en Jerusalén, la ciudad santa. Nosotros llenos de fe y con gran fervor recordando esta entrada triunfal, sigamos al señor para que por la gracia que brota de su cruz lleguemos a tener parte en su resurrección y su vida", expresó Cargnello.

A las 11 se inició la misa en la Catedral.

 

 

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