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Juicio a nueve policías: describen la grave lesión de mandíbula en el joven agredido

En la segunda jornada de las audiencias, declararon dos médicos y un perito del CIF, encargado de examinar la cámara de la unidad policial en la que se trasladaban los uniformados. También se presentó el dueño de la casa donde ocurrieron los hechos.
Martes, 13 de junio de 2023 19:52

En una nueva jornada del juicio que se lleva a cabo contra nueve policías por un supuesto caso de abuso de la fuerza, allanamiento ilegal y vejaciones, un médico forense ratificó la dura lesión que sufrió en su mandíbula el joven que fue agredido por los uniformados, en el hecho denunciado el 19 de diciembre de 2020.

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En una nueva jornada del juicio que se lleva a cabo contra nueve policías por un supuesto caso de abuso de la fuerza, allanamiento ilegal y vejaciones, un médico forense ratificó la dura lesión que sufrió en su mandíbula el joven que fue agredido por los uniformados, en el hecho denunciado el 19 de diciembre de 2020.

Uno de los profesionales confirmó el diagnóstico de la fractura utilizando las placas radiográficas que se presentaron como evidencia durante la segunda audiencia de debate. En las imágenes se pudieron observar claramente las líneas de fractura en la mandíbula. Además de la lesión traumática en la mandíbula, se observó un edema facial notable en todo el rostro, escoriación en la rodilla y hematomas en otras zonas del cuerpo.

El otro profesional que declaró fue el médico del CIF que examinó al damnificado en la Alcaidía, quien hizo referencia al medio de fijación en la mandíbula que observó en la víctima después del hecho. Explicó que se trata de un procedimiento terapéutico realizado por odontólogos para estabilizar la mandíbula fracturada, mediante el uso de alambres y bandas elásticas. Además, describió las dificultades que experimentaba la víctima para hablar y alimentarse en ese momento. Señaló que la recuperación de la lesión requería más de treinta días y que la incapacidad laboral en estos casos variaba entre 40 y 60 días.

Los policías juzgados por los delitos de allanamiento ilegal de domicilio, vejaciones agravadas por la violencia y lesiones graves en concurso ideal, todo en concurso real, son Aldo Daniel Chauque, Santiago Delfín Jonathan Alcoba, Leonardo Corrillo, María José Miranda, Juan Alfredo Guitián, Jorge Valdiviezo, Jorge Alberto Saracho Dermith, Álvaro Nicolás Guanca y Cristian Agustín Cruz. Los imputados Chauque, Alcoba y Corrillo también están acusados del delito de falsedad ideológica.

Lo que delató la cámara del patrullero

El perito de la Unidad de Investigaciones del CIF, que tuvo a su cargo el análisis de la filmación realizada por la cámara ubicada en el techo del móvil policial, indicó que su tarea consistió en identificar posibles escenas de violencia por parte del personal policial.

En este sentido, describió una escena donde se observa a tres hombres en la vereda. El móvil pasa a su lado y luego retrocede. Uno de los sujetos se aleja y otros dos salen de foco. Luego de este episodio se observa a los dos jóvenes arrojar piedras al vehículo policial. La camioneta retrocede y la dupla corre hacia un pasaje. El móvil los sigue. Luego se observa a dos uniformados (un cabo y un sargento) arrojar piedras al domicilio donde habían entrado los jóvenes. La cámara del techo apunta hacia delante. En un momento se ve a un tercer policía arrojando piedras.

En las secuencias se ve más adelante a dos policías pateando un portón y a dos mujeres que salen del domicilio. Seguidamente vuelve a percibirse el impacto de piedras contra el vehículo policial.

La palabra del dueño de casa

Entre los testigos compareció el propietario del inmueble donde habrían ocurrido los hechos. En primera instancia señaló que estaba en su casa cuando su hijo y Fernando Adrián Oliver (víctima) entraron corriendo. Detrás de ellos ingresaron policías que, luego de romper la puerta, le pegaron al amigo de su hijo (Oliver). Frente a ciertas contradicciones detectadas en su relato, el fiscal solicitó que se dé lectura a la declaración brindada por el testigo en la etapa de investigación. En un primer momento no reconoció su firma pero luego se rectificó.

En aquella declaración había contado que ese día entraron su hijo y un amigo (Oliver) diciendo que la policía los estaba "correteando". Él les advirtió a ambos que no quería problemas, pero enseguida arribaron los efectivos, patearon el portón, entraron sin su autorización y le dijeron a él que "no se metiera".

El testigo refirió que, cuando entró Oliver, pasó directo al fondo de la casa y ahí lo encontraron los uniformados. Dijo que él se quedó adentro y no vio lo que le hicieron al damnificado en el fondo. Sí escuchó que el muchacho gritaba: "Ya  está, ya está". Luego presenció cuando los efectivos lo sacaban. Vio que lo pateaban. Oliver iba agachado, no alcanzó a verle la cara.

Manifestó luego que su hijo le comentó que la policía estaba molestándolos a él y a Oliver en la calle, que se los querían llevar y que por eso habían corrido hacia su domicilio. Supuso que a su hijo no lo demoraron porque logró esconderse debajo de una cama, en una habitación que daba al patio trasero. También sostuvo que no vio en qué vehículo policial trasladaron a Oliver porque él se había quedado adentro de la casa.

El testigo señaló que su esposa y su nuera intentaron intervenir y que insultaron a los policías, pero no vio que arrojaran piedras. Finalmente, aportó que afuera de su vivienda pudo ver a una mujer uniformada.

La causa

La causa inició con la denuncia de la víctima, radicada el  21 de diciembre de 2020. Oliver contó que dos días antes había salido de su casa en dirección a la de su amigo, en barrio Bicentenario. Cuando iba caminando con otro joven, frenó a su lado un móvil con cuatro policías que los empezaron a insultar. Dijo que ellos hicieron oídos sordos y siguieron caminando, pero la policía los seguía molestando. En un momento, su amigo les dijo que dejen de molestarlos. Ante esto, los policías se bajaron del móvil y los persiguieron.

El damnificado manifestó que entraron al domicilio de su amigo con autorización de los propietarios y se quedaron ahí esperando que el móvil policial se fuera. Pero los uniformados empezaron a patear la puerta, rompieron el vidrio y entraron contra la voluntad de los dueños de casa. Una vez adentro, lo agarraron y lo tiraron al piso, lo esposaron y le comenzaron a pegar.

Luego lo subieron al móvil policial y continuaron agrediéndolo. Cuando llegaron a la comisaría se sumaron más policías que comenzaron a patearlo y le fracturaron la mandíbula.

La audiencia de debate es presidida por la Jueza Mónica Faber, en la Sala de Grandes Juicios del Poder Judicial, quien dispuso un cuarto intermedio hasta este miércoles, para una nueva ronda de testimoniales.

 


 

 

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