En la última asamblea provincial, llevada a cabo por los trabajadores de la sanidad, la comisión directiva de ATSA recibió el mandato de los delegados presentes en la idea de accionar medidas necesarias, tendientes a alcanzar una pronta solución a la problemática que afrontan los trabajadores de la salud.
En este sentido y por votación unánime, los distintos representantes mocionaron agudizar la postura del gremio que espera desde hace un tiempo un llamado a paritarias, como así también las respuestas prometidas en la última Acta Acuerdo firmado con el gobierno provincial. Vale recordar que quedaron por resolverse puntos como: Productividad - Antigüedad - Horas extras para administrativos - Reconocimiento para choferes - Incrementos para agentes sanitarios, entre otros.
Estos puntos fueron compromisos ministeriales contraídos con la idea de volver a dialogar a la brevedad de una manera directa y con datos acordes a la evolución de precios de la canasta familiar e índices inflacionarios.
"Hoy, los trabajadores de Salta que son quienes sustentan con su esfuerzo y vocación la salud pública de la provincia, los de planta permanente, los que aguardan en designación temporaria, los contratados y los monotributistas, necesitan un aliciente que les permita salir de esta postergación. Necesitan dejar atrás esta informalidad e inestabilidad que amerita que todos pongan lo que hay que poner para encontrar una salida".
De esta manera, el secretario general Eduardo Abel Ramos afirmó que las conquistas alcanzadas por el sector en materia salarial quedaron ya por detrás de la inflación y los sueldos perdieron poder adquisitivo ante el aumento incesante de los precios.
En este sentido Ramos afirmó: "Es prácticamente imposible garantizar un alto rendimiento en la prestación de los servicios si no se cuenta con la motivación necesaria. Hoy la motivación del trabajador pasa por contar con un salario digno que satisfaga mínimamente afrontar los costos de la canasta básica de alimentos. Y ni estamos hablando de la vestimenta, el calzado, el transporte, la educación de los hijos, el pago de alquileres. También esa motivación pasa por desempeñar sus tareas en establecimientos con la infraestructura adecuada, con mantenimientos y equipamientos acordes, con el personal necesario y con insumos que garanticen la prestación de servicios que corresponda".
Más allá de afirmar que "al último incremento obtenido, ya se lo comió la inflación", Ramos comentó que en el último acuerdo alcanzado se logró establecer un incremento salarial global del 34% escalonado de mayo a julio, que el equiparador se aumente al básico, se incremente la actividad crítica y las asignaciones familiares. Se logró que se abone por concepto de incumbencia, prescripción, certificación profesional a los médicos, odontólogos, bioquímicos, licenciados nutricionistas, fonoaudiólogos, kinesiólogos, psicólogos y licenciados en enfermería. Se obtuvo una asignación extraordinaria de $60 mil en dos cuotas.
Pero así también quedó pendiente la conformación de mesas en conjunto para tratar el tema de la productividad de los hospitales de Nivel 4 y del Papa Francisco. También quedó en análisis el monto de la antigüedad, la base de cálculos, sueldo básico y actividad crítica. El personal administrativo aguarda que se resuelva la posibilidad de realizar horas extras. Los choferes esperan el reconocimiento de adicionales. Los agentes sanitarios los incrementos por primer efector. Los contratados y monotributistas añoran la estabilidad y la decisión que les permita gozar del derecho constitucional que dice que "a igual trabajo debe haber una igual remuneración".
De esta manera el conductor del gremio de la sanidad, en pocas palabras sintetizó la difícil situación por la que atraviesan los trabajadores del sector de la salud, que luego de la pandemia fueron prácticamente olvidados: "Es curioso ver cómo cambian los pensamientos y las acciones, durante la pandemia fuimos todos héroes, ahora somos ´los convidados de piedra´. Se olvidaron de los trabajadores de la salud y los dejaron liberados a su suerte. Las autoridades ministeriales confunden lo que es el apoyo a un proyecto, con ser sumisos y débiles. Los trabajadores de la salud no somos ni sumisos ni débiles. Esta entidad gremial siempre defendió a sus trabajadores y también defendió la salud pública y las políticas que la promueven, porque creemos que la salud debe estar al alcance de todos".
Por último, Abel Ramos sentenció: "Los trabajadores de la sanidad podemos alcanzar acuerdos como otras veces ya lo hicimos, pero en esos acuerdos nunca vamos a negociar los derechos de nuestra gente, que no confundan predisposición con "entrega" ni paciencia con pasividad. Dicho sea de paso, cada vez se va agotando la paciencia de esta dirigencia, más aún cuando permanentemente tenemos que exigir sentarnos en la mesa de la concertación salarial. Lo que se acuerda debe cumplirse y en este sentido en el sector ministerial existen mentes frágiles que no quieren, no pueden o no saben cómo alcanzar las soluciones. Tenemos el mandato de la última asamblea que nos faculta a tomar las medidas que sean convenientes para alcanzar las soluciones, solo esperamos que no sea necesario llegar hasta esa instancia, solo depende de ellos".